miércoles, 11 de noviembre de 2009

Microrelato.

Frío

¿Habéis tocado algo de metal cuando hace mucho frío? El tirador del portal, cuando sales bien temprano a trabajar; una farola que rozas sin querer, cuando vas andando por la calle; el volante, cuando la calefacción del coche aún no calienta porque acabas de arrancar el motor... Te quema. Es un frío abrasador, como diría algún poeta.

Pues algo parecido se siente cuando tienes una pistola en la mano mientras apuntas a alguien en un callejón oscuro de madrugada. Te quema por fuera, pero más te quema por dentro, y ni decir tiene que se añade el shock emocional que supone matar a alguien. Dudas, titubeas, te desesperas, y no sabes lo que vas a hacer. Pero si el que está al otro lado del cañón ha arruinado tu vida entera, lo más probable es que al final aprietes el gatillo, y mates.

¿Continuará?

0 comentarios:

Publicar un comentario