sábado, 9 de enero de 2010

Resumen de El Espíritu Eterno.

El libro nos cuenta la historia de dos personajes, de forma paralela, hasta que se entrecruzan sus vidas. Por una parte la de Marina Mun, pianista andaluza exiliada en Francia durante la época de la posguerra española. Allí se labra una fama tocando el piano, y vive con comodidad entre grandes amigos (Picasso o Coco Chanel por citar a alguno) y otros no tan grandes pero no por eso menos importantes (como Pancho).
La otra historia que se nos cuenta paralelamente es la de Erich Kennen, un importante oficial nazi que se desvive por revelar un importante secreto relacionado con antiguos textos bíblicos y crónicas de batallas del pasado.

En un momento de la historia, las vidas de ambos se entrecruzan, marcando una pauta que culminará en un desagradable hecho: después de seguirla por todas partes, Kennen, obsesionado con la pianista desde el primer momento en que la ve, acaba violándola una noche en la que estaba ebrio. La lleva a su casa, donde la retiene en principio contra su voluntad, pero el hecho va transformando a Marina, y ésta acaba sintiendo algo por el que antes era su verdugo y ahora, como el propio libro dice, su clavo ardiendo.

Entre que todo esto sucede, la vida de Marina se va complicando (el duro golpe de la muerte de su amiga Deray, los escapes nostálgicos a su Andalucía particular, en su imaginación, etc.) y Kennen sigue avanzando en sus investigaciones. Poco a poco, va desentrañando el misterio que gira en torno a varios documentos: uno de Leonardo da Vinci y su desconocida visita a España, otro sobre la batalla de las Navas de Tolosa, y uno más sobre la condesa de Bathory y sus extrañas prácticas rejuvenecedoras. Sale a relucir el nombre de Lilith, supuesta primera mujer, y posible encarnación del demonio o la muerte.

Como decía antes, la vida de Marina sufre una serie de importantes convulsiones, lo que le hace también reflexionar sobre su propia vida y la de los demás, de la propia condición humana incluso, podríamos decir.

Por otra parte, cabe decir que existe un problema entre el oficial Kennen y uno de los mariscales de la guerra de Hitler, el mariscal Keitel. Bien por envidia o bien por lujuria, entre ambos se produce un enfrentamiento que acaba con Kennen declarado como traidor a la patria alemana, por lo que es perseguido y huye con Marina en una frenética carrera a contrarreloj.

Finalmente, el oficial cae presa de un envenenamiento y muere en brazos de Marina sin que ésta nada pueda hacer ya. Antes de que esto suceda, ambos saben ya que Marina es la encarnación de Lilith: la primera mujer, la muerte, y a la vez administradora de vida.

Marina acaba aceptando su condición, y desde su Málaga natal se prepara para afrontar la eternidad, sola pero optimista. Sola, pero rodeada de los suyos en sus pensamientos.

Prólogo de El Espíritu Eterno

No te dejes engañar por este libro. No es una simple novela histórica más con la II Guerra Mundial como trasfondo. Tiene todos los elementos para engancharte: Una trama intrigante, un estilo rápido y fresco, unos personajes carismáticos que conectan rápidamente con el lector… Pero eso no basta con que te lo diga yo, tendrás que leerlo para descubrirlo.

Esta es la historia de una transformación. La evolución de Marina Mun puede asemejarse al ciclo de transformación del gusano de seda en mariposa, o cómo algo que parecía ser una cosa, después de un convulso periodo puede ser otra totalmente diferente…¿o pudo haberlo sido siempre?

domingo, 13 de diciembre de 2009

Comparación de artículos.

Elijo el artículo de Pérez-Reverte como mi favorito. Quizás por afinidad, ya que sigo normalmente lo que escribe en el XL Semanal, y porque los otros dos aparecen en periódicos que no me son muy afines.

En el artículo nos cuenta una historia sobre uno de sus antiguos compañeros de trabajo, y amigo, de una manera cercana y coloquial, aunque demostrando un importante dominio del lenguaje. Llama a las cosas por su nombre y no se molesta en enmascarar lo que quiere decir con florituras. En el artículo de La Opinión podemos ver que se hacer una crítica a la Seguridad Social, pero no se hace claramente explícita. En este pequeño fragmento podemos ver como da nombre y apellidos de alguien con quien no tuvo precisamente buenas palabras: «llamé a Ramón Colom, director de TVE, y le dije que, si no lo dejaban en paz, igual me daba por escribir sobre otros territorios y sus habitantes».

Del de Gala, diría que me parece escaso. Supongo que no tendrá más espacio en su columna, o que no tiene más ganas de escribir. Lo veo impersonal, además. Escribe sobre algo que no le toca, no como los otros dos articulistas, que escriben sobre un tema propio, que han vivido ellos mismos.

Por último, decir del artículo de Pérez-Reverte que usa un lenguaje bastante descriptivo, y que consigue, no solo por medio de ese lenguaje, sino por como te pone en la situación, que casi puedas ver de verdad lo que está sucediendo perfectamente en tu cabeza.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Artículo de opinión. (A ver si no me cuesta un disgusto)


Buitres. Este es un país de buitres. En tiempos en los que familias enteras se las ven y se las desean para llegar a fin de mes, hay ciertos buitres que se dedican a pedir más y más dinero del que ya tienen. A principios de esta semana, unos cuantos… ¿músicos? se reunieron frente al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en Madrid, pidiendo al correspondiente ministro, Miguel Sebastián, que se protejan sus derechos ante las numerosas descargas ilegales que sufren sus trabajos.

Hasta ahí bien, descargar música de forma ilegal es un delito, y como tal debe ser castigado. Pero desde el principio el asunto destila cierto tufillo a mierda, pues, para empezar, aunque dicen que la música es cultura, ellos de entrada se reúnen frente al Ministerio de Industria, y no frente al de su bienamada «Cultura». Eso ya toca la moral un poco, pero sigamos. Allí estaban la flor y nata de la música patria (Rosario Flores, Antonio Carmona, Chenoa, David de María, y un largo etcétera) con 2.000 firmas para entregar al ministro, que les recibió gustoso (y no como a los internautas que protestaban con 275.000 firmas, días antes, por la nueva ley de Economía Sostenible y su apartado sobre las restricciones en el uso de Internet). Una de las «protestantes», Rosario Flores, dice, muy indignada y encendida, por cierto, que se están muriendo de hambre, por culpa de las descargas ilegales. ¡Y la amiga lo dice con un abrigo puesto que cuesta más de lo que yo he ganado en toda mi vida! Si tu dieta, amiga Rosario, se basa exclusivamente en caviar y Moët & Chandon, a lo mejor es verdad que no te llega, aunque del todo no me lo creo. Si lo que me estás diciendo es que no te llega para un yate nuevo, o que no puedes comprarte tu duodécimo palacete en la playita para cambiar de lugar de veraneo este año, vale, de acuerdo, me lo creo. Pero morirse de hambre se mueren los africanos que viven en condiciones tercermundistas, los niños de las favelas de Brasil, los refugiados del Sahara Occidental, y un largo etcétera de gente en la que no puedes incluirte con ese abrigo que ya he nombrado o con las gafas de sol detrás de las que te escondías porque serías incapaz de mirar a nadie a la cara mientras decías que te morías de hambre, ¡hija de puta!

La música es un negocio, eso está claro como el agua, y yo estoy de acuerdo totalmente con que pagar hay que pagarla, que los músicos profesionales viven de eso y que ofrecen un producto como cualquier otro, pero no deis lástima, no apeléis a cosas que no son ciertas, y por favor, ¡ni se os ocurra repetir que os morís de hambre!

La SGAE y sus perros (¿o eran buitres?) a la carga de nuevo, por si no les vale con el canon digital de los cojones, con robar parte del dinero que reciben los niñitos enfermos por los cuales se organizan conciertos benéficos, o por pedirles cuentas a los pueblos cuando ponen La Macarena en la verbena. Ahí os dejo eso sobre los musiquitos que tanto triunfan y tanto os gustan. Y si no vuelvo a escribir por aquí, es que estoy pagándole a Rosario Flores sus vacaciones en Miami.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Resumen de Juan Cacho o un Cacho de Juan.

El libro nos presenta a Juan Cacho, un personajillo con una vida un tanto desordenada. Que se sepa, da clases particulares, y trabaja en una academia, La Milagrosa, durante los veranos. Su mejor amigo es un simpático carterista, Vicente, más conocido como el Dedos, y su bar favorito, el Dos Tercios Del Quinto, es el más cutre de toda Málaga. Después de esta alentadora presentación, veamos la historia.

En su primera visita a la academia para ver los horarios que tendrá ese verano, Juan conoce a Amparo, una chica universitaria que va a tomar clases con él. El primer encuentro sucede en el despacho de su jefe, Jaime Calahorra, pesetero y explotador dueño de la academia, y poco después vuelve a verla en su mismo bloque, tomando clases particulares con Odón Camuñas, uno de sus vecinos, más estirado que el tanga de una gorda. La chica es mona, y Juan tiene ojos en la cara y carne en la entrepierna, así que se fija pronto en ella.

Entre extenuantes sesiones de gimnasio (bueno, extenuante, que sólo es una) con su vecino Ángel, un adolescente del bloque con las hormonas en ebullición al que le da clases, una buena borrachera con el Dedos, de la que le salva Nieves, la hermana mayor del antes mencionado vecino pajillero, albóndigas con tomate, y otras vicisitudes, el tiempo va pasando y Juan cada vez está más… ¿enamorado? Más bien enchochado, según sus propias palabras, con Amparo.

Además de la ambientación, y de los sucesos cotidianos, tenemos tres historias principales corriendo a la vez: por un lado, siempre de fondo, la historia de Juan con Amparo, por otro, las correrías de Ángel con una chica de su clase, previamente aconsejado por el mismo Juan, y finalmente, el asunto de Odón Camuñas y las extrañas circunstancias en las que muere su mujer.

Respecto a la historia de Ángel, el pobre conoce a una chica guapa en clase e intenta ligársela por el chat, aconsejado por Juan. Cuando lo ve en persona se ríe, y el chico se venga de forma cruel, pero todo sea dicho, bastante graciosa. Después de hacerle creer que es un rockero universitario, la ridiculiza delante de todos en la hamburguesería del barrio.

Por otra parte, el asunto de Amparo: Juan tiene varios encuentros con ella, un día salen a cenar, así como por casualidad, y otro de esos días, la chica acaba en la ducha del profesor después de una apasionada sesión de besuqueos y carantoñas varias. Cuando están apunto de rematar la faena aparece Vicente, que a estas alturas del libro está viviendo con Juan, que intenta llevarlo por el buen camino. Visto lo visto, la chica se enfada y sale corriendo. Nuestro querido Juan se debate entre el deseo (según él, posible enamoramiento), y la culpabilidad por la edad de la chica, sumado al miedo al escándalo que podría suponer que se sepa lo que sucede entre ambos. Respecto a esto, todo lo que el muchacho consigue es una nota de ella por debajo de la puerta.

El asunto más peliagudo (y bastante divertido, por cierto) es la muerte de la señora de Odón Camuñas. Durante una reunión de la comunidad, de la que el susodicho es presidente, ésta tiene un ataque al corazón. Nieves desconfía del marido (oye risas y ruidos varios en el piso) y convence a Juan y a Vicente para rebuscar en su pornografía (sí, eso es lo que hacen) y descubren una complicada trama de porno amateur (en la que la propia Amparo participa), cámaras en los baños de la academia (sí, la del tal Jaime Calahorra), y un asesinato premeditado (sí, el señor Camuñas envenenó a su esposa).
Juan Cacho, que descubre al asesino, es muy bien visto en el barrio, hasta que pase la siguiente barrabasada de turno. Además, se entrevé un posible final feliz junto a Nieves, la vecina desapercibida hasta entonces para Juan.

No es el mejor resumen, me profundiza en nada, y se deja cosas por el camino, pero con un solo folio…¿Qué más quieres?

lunes, 16 de noviembre de 2009

Prólogo de Juan Cacho.

Juan Cacho o un Cacho de Juan. Con ese título poco podemos saber sobre el argumento de este libro. Yo te diré de que va: Va de tí, de mí, de ese señor con cara de susto que va en el autobús, de esa señora que va a comprar el pan a la misma hora todos los días; de cualquiera de nosotros, con vidas que sin duda servirían para escribir un libro. La realidad supera a la ficción, dicen, y así es en la mayoría de los casos.
Lee este libro ahora y escapa de tus problemas, porque va a arrancarte más de una sonrisa con las aventuras y (más bien)las desventuras de este héroe de la vida cotidiana que es Juan Cacho.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Microrelato.

Frío

¿Habéis tocado algo de metal cuando hace mucho frío? El tirador del portal, cuando sales bien temprano a trabajar; una farola que rozas sin querer, cuando vas andando por la calle; el volante, cuando la calefacción del coche aún no calienta porque acabas de arrancar el motor... Te quema. Es un frío abrasador, como diría algún poeta.

Pues algo parecido se siente cuando tienes una pistola en la mano mientras apuntas a alguien en un callejón oscuro de madrugada. Te quema por fuera, pero más te quema por dentro, y ni decir tiene que se añade el shock emocional que supone matar a alguien. Dudas, titubeas, te desesperas, y no sabes lo que vas a hacer. Pero si el que está al otro lado del cañón ha arruinado tu vida entera, lo más probable es que al final aprietes el gatillo, y mates.

¿Continuará?